La diplomacia en España no funciona.

¿El ministro de Asuntos Exteriores, Albares, asume más un papel político que diplomático?¿Puede ser la causa por la que se han roto las relaciones diplomáticas con Venezuela, Argentina y México?
Los enfrentamientos con los países de Latinoamérica nos hace pensar que la diplomacia no funciona. ¿Se ejerce mejor la diplomacia en España con Gobiernos de la derecha? Son muchos los países con los que se han roto relaciones diplomáticas como Argentina, México y Venezuela.
La crisis diplomática con Venezuela no se ha sabido gestionar. No lo digo por dar asilo en España al presidente electo, Edmundo González, que se ha visto obligado abandonar Venezuela. Por supuesto, que España ha negociado su salida, aunque la última palabra la tiene el interesado. Ha renunciado a Venezuela al pedir asilo en España, y firmando su renuncia a la presidencia del país. No entro si ha sido coaccionado, lo que si sé, es que ha jugado muy bien sus cartas Nicolás Maduro, bajo la presión que ha ejercido.
En ese acuerdo tenían que haber entrado la liberación de los dos españoles detenidos supuestamente por pertenecer al CNI. La diplomacia entra en la negociación de la liberación de los dos españoles. España ayuda a Maduro con su rival electo y a cambio liberas a los dos españoles. Si pertenecen al servicio de inteligencia español como si no, si tienen que ser juzgados tratar de que cumplan condena en su país de origen. Dentro de estas conjeturas existe una realidad que se aproxima a una verdad.
El Gobierno tiene a su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y un ex-presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que interviene siempre que tiene oportunidad a nivel nacional e internacional, y no debe entrar a negociar ni mediar en un papel que le corresponde exclusivamente al diplomático de carrera que no es otro que el ministro de Asuntos Exteriores elegido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Se supone que es de su confianza.
Lo que ha pasado con Argentina, es no respetar al pueblo argentino con la decisión democrática elegida en las urnas de un cambio en su país. A España lo que le interesa es que no afecte a las empresas españolas presentes en el país, y por el bien de los españoles residentes. Venezuela rompe relaciones con España por un dictador y España rompe relaciones con Argentina por un presidente de derechas elegido democraticamente por el pueblo argentino.
El presidente de Argentina, Javier Milei, no tiene un discurso fascista que es de lo que se le acusa, las reformas que propone entran dentro de la estrategia de bajar la inflación, y habla como un economista, que es lo que es en realidad, no habla como un político. ¿Habéis escuchado sus discursos con atención? Su lenguaje, sus expresiones, sus coletillas, sus slogan, su figura de cantante frustrado con su espectáculo en vivo y en directo en sus mítines con el pueblo argentino no corresponde a un fascista sino a un populista. ¿Lo identifican con Benito Mussolini? Este si es un ejemplo histórico de discurso fascista.
El ministro de Transporte, Oscar Puente, fue el causante de romper las relaciones con Argentina. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en vez de reconocer el error por parte de Oscar Puente, lo apoya. No se debe apoyar una ofensa a otro dirigente de otra nación. Albares habla en nombre del Gobierno de España no de Oscar Puente.
Llego a México, la ofensa directa al Jefe del Estado, Felipe VI, ya no solo del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, sino del entrante, Claudia Sheinbaum, al exigirle una disculpa pública por la conquista de los españoles. En este caso, se le rebate con argumentos y se le explica que es absurdo pedir disculpas por algo que ha sucedido hace 900 años. De forma diplomática no se le piden disculpas, y se le hace entender que la historia no se puede cambiar con argumentos. Lo que le interesa a ambos países es hacer la historia del siglo XXI en concordia.
Al señor Albares le digo que no debe provocar un enfrentamiento entre españoles al exigir al Partido Popular de reconocer a Franco como dictador, a raíz del enfrentamiento provocado por el presidente Nicolás Maduro. Repito la historia de España no se puede cambiar como la de México tampoco, solo se puede opinar al respecto, y respetar la historia común de todos los españoles.