Tendencias de 365 días.

¿Te han hablado de la  tendencia de los 365 días? Son las permanentes, aquellas que no cambian de estación ni se guardan de un año para otro.

Nos hablan de tendencias que se reparten a lo largo del año, o he de decir divididas entre las cuatro estaciones, y te invitan a guardar accesorios que bien se pueden utilizar todo el año. Te pongo en situación: 

Los bolsos de verano y los bolsos de invierno. Un bolso si es de piel independientemente de su color no es ni de verano ni de invierno., es de los 365 días del año. No te estoy hablando de las colecciones  que se presentan en pasarela a lo largo del año. Puedes ir perfectamente con un bolso amarillo y zapatos amarillos de piel en pleno invierno. En cambio, no puedes ir en pleno invierno con alpargatas amarillas y un bolso de lona amarillo, esta es la diferencia. 

No guardes tus bolsos de piel en el armario por cambiar de estación. Si son de colores llamativos los puedes llevar con un look casual wear, street style...  ¿Ves la foto que te he puesto en este post? Fíjate como va calzada la modelo de la firma Prada, lleva calzado de verano y carga con un bolso de piel de serigrafiado con las letras del logo de la marca en varios colores que bien lo puedes amortizar con calzado de los colores que son tendencia este otoño-invierno 2024/25. Estas poniendo en práctica la moda circular desde tu armario.

Las colecciones permanentes nos supone mucho ahorro para disfrutarlas todo el año, con la ventaja de no tener el dinero congelado dentro de un armario, es decir, un accesorio que utilizas es dinero con saldo a tu favor y que circula. Entiendo por tendencia permanente desde lo cotidiano como es la ropa interior, gafas de sol, joyas, mochilas de piel, caucho, permeable, cinturones de piel, y colores. Aquellas que no pertenecen a una estación del año, sino que son tendencias permanentes durante los 365 días del año. 

La moda no es correcta ni incorrecta, es imprescindible, somos nosotras las que le ponemos el punto de lo protocolariamente correcto, obedece a nuestros códigos de conducta, sin importar si es primavera-verano u otoño-invierno.