Leonor: Imagen de la Monarquía
La princesa Leonor, en sus contadas apariciones públicas, desprende una imagen con errores y aciertos, y cuando empiezan a ser más errores que aciertos, hay que empezar a pensar en que necesita de una asesora de imagen. A punto de cumplir la mayoría de edad, empezará a tener más responsabilidades y como consecuencia, más apariciones públicas. Como futura reina de España esta recibiendo una formación acorde a sus futuras responsabilidades.
Como la futura heredera de la Corona de España, también es otra responsabilidad dar una imagen elegante de una Institución como es la Monarquía. El buen gusto se educa y se cultiva. Debe desprender una imagen perfecta, admirada, y respetada. La moda aporta lo descrito anteriormente.
La elección de su indumentaria en ocasiones no es la apropiada para su edad y su estatus. Necesita a su lado un profesional que la ayude a gestionar su imagen, con la mejor elección y selección de modelos acorde a su agenda oficial, tanto para actos públicos como privados.
Un estilista aparte de hacer una selección de prendas, ha hecho un estudio previo de la fisionomía, para realzar las virtudes y ocultar los defectos, si los hubiera. Se encarga de su armario completo, asesora en todo momento lo que mejor le sienta, acorde a su edad.
Todas las mujeres en alguna ocasión puede no haber acertado con su look, a todas las mujeres nos pasa. El hecho de no acertar en reiteradas ocasiones, entonces, es que algo esta fallando.
Estoy de acuerdo que lleve ropa de diseñadores españoles, marcas fast fashion, como Zara, su estilista la tiene que asesorar entre ese océano de prendas de Zara, cual es la adecuada para ella, para el momento en el que la va lucir. Lo mismo sucede si se viste de prêt-á-porter. Tiene que tener a su estilista personal, no la misma que su madre.
Supongo que esta contemplado que tiene que recibir una asignación anual para sus gastos de representación, con lo que conlleva, tener su propia asesora de imagen.
La princesa Leonor, es una de las princesas más guapas de las monarquías europeas, la elección no apropiada de su indumentaria le resta y no le suma a su belleza. Se puede perfeccionar.