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Del pasado de España, al presente de Venezuela.

13.09.2024

Nuestro ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, demuestra su enfado al emplear palabras como que el Partido Popular reconozca "de una vez por todas" la dictadura de Franco y deje de mirar tanto hacia fuera, es decir, a Venezuela. Este tono no lo debe emplear un diplomático con sus funciones de ministro de Asuntos Exteriores.

Vamos a ver, Franco pertenece a un episodio de la historia de España, pasado, y la situación política de Venezuela es un asunto político en presente. No estamos hablando de la dictadura en España ni de España, se habla sobre Venezuela. En cuanto a que el PP lo utiliza para atacar al Gobierno es porque su ex-presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, es amigo intimo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, apoyando con su presencia las campañas electorales del dictador venezolano que no respeta los derechos constitucionales. Estas relaciones perjudican la imagen del Gobierno.

Si el Partido Socialista hace política internacional con los países latinoamericanos donde impera la dictadura y no la democracia es lógico que el Partido Popular arremeta contra el Gobierno.

La dictadura de Franco, se impuso por ganar una guerra civil. Cuando Franco murió había colas interminables para darle los españoles su último adiós, echen mano de hemeroteca. Con este hecho solo nos queda pensar que los españoles querían y respetaban a su dictador. El pueblo no se levantó para derrocar la dictadura. Se puede decir que en la historia de los españoles era lo que tocaba vivir en ese momento con la figura de Franco, hoy por hoy, sería impensable. Como sería impensable que un ministro de Asuntos Exteriores de España, apoye a un dictador latinoamericano en pleno siglo XXI. La historia de España vivida con Franco ya no se puede cambiar, en cambio, si se puede cambiar el sufrimiento de los venezolanos.

Mientras no enseñe las actas de las elecciones no es diplomático ni prudente por parte de España reconocer como presidente electo al opositor, Edmundo González. El hecho de no mostrar las actas lo que genera son serias dudas si realmente ha ganado las elecciones Nicolás Maduro. Debería de ser Estados Unidos, desde la Casa Blanca, el que le reclame legalmente las actas, supongo que ejerce más presión que Europa, al ser la primera potencia mundial.

El señor Albares ataca a la historia de España y de paso a la oposición para ponerse del lado de un dictador venezolano. Toma partido cuando no son sus funciones como ministro de Asuntos Exteriores. Por favor, la imagen de España con el actual ministro nos deja en muy mal lugar, que le den un escaño y le sienten al lado del ministro de Transporte, Oscar Puente, es todo, menos diplomático. Creen un nuevo ministerio para Albares, por ejemplo, Ministerio de Conflictos.

Ha sido llamada a consultas la nueva embajadora de Venezuela en España, Coromoto Godoy Calderón. Es el protocolo habitual ante el enfrentamiento verbal entre dos países.  Intuyo que se va a quedar en Venezuela y no va a volver a España como embajadora. Es lo que pasa con las dictaduras. 

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