Adiós, Marta Chávarri.
Marta Chavarri, un icono de los años 90, marcó una época, con su estilo, su clase, su elegancia hasta para llevar los vaqueros, y el casual wear, que entonces no se llamaba así, su belleza y juventud cautivaron a, Fernando Falcó, Marques de Cubas, y su poder para conquistar a uno de los hombres más poderosos de la época, Alberto Cortina, se ha ido.
Tras conocer la noticia de que aún podía estar con nosotros, digo con nosotros, porque cuando alguien es conocido por las revistas, por nacimiento, por sus matrimonios, como ha sido su caso, ya forma parte de todos nosotros al leer noticias sobre su vida, su paradero, y al ver las nuevas y últimas imágenes de ella en la boda de su hijo, Álvaro Falcó.
Las horas previas a su muerte, Marta, llamó dos veces a su nuera, Isabelle Junot, para decirle que se encontraba mal, el hecho de llamar demuestra la inocencia y la confianza de dejar su vida en la toma de decisión a otros.
Isabelle Junot, le quito importancia y preocupación, a un aviso de la muerte que podía no haber llegado, si hubiera actuado de otra manera. Marta, una mujer inocente y confiada, a pesar de su edad, estas cualidades solo se dan en mujeres que han sido educadas en un determinado estatus social, que no han tenido que trabajar para comer, ni pelear por un puesto de trabajo, porque no han tenido necesidad de ello. Una mujer protegida de la maldad.
Cuándo uno se encuentra mal a quién hay que llamar es a Urgencias. Son los médicos los que diagnostican si es cuestión para preocuparse o no. Su nuera debió de llamar a urgencias para que fueran inmediatamente al domicilio de Marta Chavarri a la primera llamada.
Cuando alguien se muere en su domicilio es obligatorio hacer una autopsia con el fin de averiguar las causas de la muerte, también surge a la par una investigación en paralelo, y preguntan a los familiares sobre las horas previas a su fallecimiento.
¿Marta Chavarri, podía haber burlado a la muerte? Una llamada, y una sola oportunidad de burlar a la muerte.