¿Qué es lo peor que le puede pasar a Mark Zuckerberg?
Lo peor es que su abogado le haga un diagnostico sobre su masculinidad y tendencia política, que refleja a una sociedad en su red social, Facebook-Meta, y decida por conciencia dejar de ser su abogado.
Mark Lemley, uno de los prestigiosos abogados de Estados Unidos en materia de derechos de autor y que representa como cliente suyo al dueño de Facebook-Meta. Defendía a Facebook por una demanda de un grupo de autores al gigante tecnológico. Por hacer uso sin su permiso para entrenar su sistema de I.A. (Inteligencia artificial) Mark Zuckerberg ya lo hizo cuando fundó Facebook, robar la idea de otro por la que tuvo que pagar una cantidad muy elevada a su demandante.
La definición que ha dado este profesor de la prestigiosa Universidad de Standford es que considera que Facebook ha entrado en declive debido a que se ha generado una imagen de "Masculinidad tóxica y locura neonazi" y lo acusa a que Zuckerberg tiene una crisis de mediana edad. Solo hay que ver como miraba insistentemente el pecho de la novia de Jeff Bezos durante la toma de posesión de Donald Trump.
¿La red social Facebook-Meta tiene el target de una masculinidad tóxica y neonazi? Lo dice una eminencia. A su vez alega que no abandona del todo la red social por la cantidad de amigos que la utilizan. Es un diagnóstico social preocupante. El ilustre abogado ha comunicado a Zuckerberg que por conciencia deja de representar legalmente a Facebook en su defensa, aunque considere que va a ganar el caso.
Mi diagnóstico es que el señor Mark Lemley es un hombre de principios, cualidad que se esta perdiendo en el mundo. Parte de ese mundo se concentra en las redes sociales. Son afortunados los estudiantes de la Universidad de Stanford donde imparte clase por tener un profesor como él. Hombres de su talla consiguen el equilibrio perfecto en esta sociedad cada vez más global, para que no se pierdan los verdaderos valores que no siempre están en el poder ni en el dinero.
La carrera de abogado en Estados Unidos, no es lo mismo que en España, ni en los años de preparación ni el prestigio que conlleva al decir que eres abogado.