Coronas y joyas 

En contadas ocasiones tenemos la oportunidad de poder ver a la reina de España, Letizia, con las joyas de la corona española, la ocasión invita. Ha sido durante la cena de gala ofrecida por la reina Margarita de Dinamarca, en el Palacio de Christiansborg. Ha lucido la tiara Flor de Lis de los Borbón, que diseño la joyería Ansorena para el rey Alfonso XIII para entregársela a su esposa. Esta cuajada de diamantes y tres grandes flores de lis acompañada con unos pendientes largos de zafiros que pertenecen a la reina emérita, Sofia. 

Esta vez no hablo de un duelo de indumentaria, de cual ha sido el vestido largo más espectacular sino de las joyas más importantes, un duelo entre dos coronas. Por supuesto, el valor lo aporta la corona de España. La reina no es asidua a lucir las joyas de la corona excepto cuando es invitada en visita oficial por otras casas reales, en las que si las luce, tal y como le aconsejó su suegra, la reina emérita Sofia.

Ya nos habíamos olvidado de Felipe Varela, entre los diseñadores de cabecera de la reina Letizia, nos ha sorprendido con un vestido de princesa, en color azul con bordados y cuerpo ceñido escotado. Este vestido pertenece a su "baúl de los recuerdos". No ha vuelto a lucir nada nuevo de las colecciones presentadas por este diseñador español. 

Los reyes de España, lucían las bandas celestes con la orden del Elefante otorgadas por la reina Margarita de Dinamarca.

La reina de Dinamarca lucía el collar del Toisón de Oro, Mary y Federico, lucían la condecoración de Isabel la Católica otorgada por los reyes de España, la misma que Benedicta, la hermana de la reina de Dinamarca.

La reina Margarita de Dinamarca eligió para la ocasión un vestido de color verde, largo de cola, con mangas de encaje, escote pronunciado redondo que dejaba todo el protagonismo a su collar de diamantes con pendientes a juego y tiara de brillantes.

Con motivo de la visita oficial de los reyes de España a Dinamarca, un diario danés se hace eco de la buena gestión del rey Felipe VI, durante su corto reinado. Alaban su gran esfuerzo por lavar la imagen de la Casa Real española.

Hacen mención de Leonor, por ganarse el corazón de la gente no solo por sus discursos, sino por su compromiso como heredera al trono de España, esto no es una garantía. Dice este diario que Leonor tiene ganado el corazón de los españoles. Yo me temo que no se ha ganado su confianza, al menos es lo que ha dejado claro la última encuesta realizada en X (Twitter) por la cadena de radio R.N.E.  En cuanto a sus discursos le falta preparación, dicción y corazón, para que el mensaje llegue con la mayor eficacia al pueblo español.

Lamento decir que en España no tienen esta visión tan optimista del rey, y menos de la heredera al trono.

¿Saben que tienen preparado los republicanos para Mayo de 2024? Una fecha histórica que conmemorará la proclamación del rey Felipe VI, y que pretende ser una celebración, pero que va a estar empañada por una manifestación republicana. Van a pedir abolir la Monarquía para instaurar la República.

¿Saben que la Presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol,  no quería gritar: ¡Viva el rey! ¡Viva España! ¡Viva la Constitución y que los partidos de la izquierda, separatistas e independentistas quieren impedir que Leonor llegue al trono. Los que gobiernan con sus socios independentistas no quieren al rey por su discurso 1-O, hubo un antes y un después. Esto en el plano político.

Continúo con las alabanzas al rey de España: La humildad y el trabajo duro ha sido la estrategia del rey, y evitar hacerse fotos con su padre el rey emérito, Carlos I." Subraya Ekstra Bladet" Para los españoles no es suficiente. 

Lo que importa es la realidad de España, no la visión de Dinamarca, solo es eso, una visión diplomática motivada por la visita oficial del rey Felipe VI. Dicen que el articulo recoge opiniones de un profesor de la Universidad de Copenhague, Morten Rievers Heiberg, en la que no comenta sino que asegura lo siguiente: "En gran medida" Felipe VI "ha tenido éxito" en conseguir ese objetivo. Palabras textuales.